Michelle tenia un perrito al cual adoraba, se llamaba Peluche. Michelle amo a su perro desde la primera vez que lo vio, el animalito solía sentarse junto a su dueña en los parques e incluso veian tv juntos, en resumen, era un amor mutuo.
Pasó un año, el perrito también tenia un año y la niña estaba muy emocionada, pensaba que podian hacer muchas cosas en este nuevo año de aventuras. Un día Michelle y su familia salieron de viaje dejando solo al perrito, al regreso del viaje hubo una gran sorpresa, habían adoptado a una cachorrita.
Michelle prestaba mas atencion a su nueva mascota, pero ella no olvidaba a su Peluche a ese amiguito eterno, ella adoraba regresar de sus clases y que su perro la recibiera muy emocionado.
Pero una tarde luego de clases le extraño que su Peluchito no la recibiera, entonces pregunto a sus padres por el, y ellos le respondieron que debía estar por ahi. Por la tarde Michelle sirvio comida a su perrito esperando que llegase a comer, pero nada, su perrito no aparecia. Michelle muy preocupada preguntaba constantemente a sus padres, quienes respondian que no sabían nada de el. Michelle paso noches enteras llorando por su amiguito eterno.
Pasaron semanas, meses, y ninguna noticia sobre su perrito, hasta que por la tarde le comentaron que su perrito había muerto y que sus padres lo sabian, con lagrimas en los ojos corrió hasta donde se encontraban sus padres y les dijo: !Papas diganme si es cierto que mi perro murió, por favor díganme la verdad¡ … sus padres les respondieron: Discúlpanos hija pero no queriamos que sufrieras.
Entonces Michelle les pregunto como fue, y ello le dijeron que el perrito habia salido al parque, cuando estaba regresando a su hogar, un auto que iba a exceso de velocidad le atropelló sin piedad, y el animalito murió al instante. Cuando Michelle supo aquello, rompio en llanto, supo que jamás volvería a ver a su amiguito eterno, sólo le quedaba el consuelo de los momentos compartidos y que nunca acabaría su “AMOR ETERNO”
Michelle